Digamos que estas serían las cuatro fases imprescindibles (a mi entender) para empezar «correctamente» un lunes.
1.- Lo del café, IMPRESCINDIBLE y si se ha llegado unos minutitos antes de la hora, es muy bueno una pequeña conversación entre compañeros (así de paso vemos el estado tan lamentable que tenemos todos).
2.- La reunión es algo primordial. Ya sé que hay gente que se reúne otros días de la semana, especialmente en viernes, pero el lunes creo que es mejor día. Da mucha pereza ya lo sé, pero en lunes hemos podido preparar mejor los reportes de trabajo, hemos reflexionado sobre lo que nos sucedió la semana anterior y eso nos puede permitir ver cosas que en «caliente» no pudimos detectar.La reunión nos va activando y nos va incorporando de una manera suave y pausada. Vamos que nos va poniendo las pilas.
3.- La preparación. FUNDAMENTAL. No hay peor manera para empezar la semana que ir a salto de mata. Hay que revisar los expedientes, establecer un orden de prioridades y ejecutar. Si no realizamos esto, lo más probable es que no gestionemos bien nuestro tiempo y eso nos conllevará a perder eficacia y quizás VENTAS. Por cierto, el martes se encargará de desorganizaros el resto de la semana.
4.- Acción. Empieza por las cosas más urgentes y sencillas, tales como recoger documentos pendientes o visitar a un cliente nuestro. A mí personalmente no me gusta hacer cosas muy trascendentes, como ir a cerrar un trato o ofrecer mis productos o servicios a nuevos clientes, en esas primeras hora del lunes. Entiendo, que a mi cliente también le puede costar arrancar la semana y eso puede conllevar algún que otro sustillo. A finales de la mañana la cosa ya cambia.
Pues nada, que tengáis un buen inicio de semana.
Sobre el autor del artículo
Ll. Bosch
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