Hoy en día que la mayoría de empresas vienen de un pasado reciente muy convulso y lleno de altibajos, es normal que las plantillas sean más reducidas y que por lo tanto, con menos gente se hagan las mismas cosas o más. Atrás quedaron aquellos magníficos tiempos en los que se tenía a una persona en la recepción de muchos concesionarios que se encargaba de atender a los recién llegados, las llamadas e incluso traer cafés. También quedan lejos esos tiempos en que te decían que si necesitabas cualquier cosa que lo pidieses, coche de empresa para casi todos y un montón de cosas más.
Pero lo que nos importa es el presente y como tal, hay que tomarlo como lo que es, ya que de otra manera no es. posible.
Hoy nos encontramos con que todos hemos de hacer de todo y en especial los comerciales. Somos los vendedores, los recepcionistas, los que atendemos al teléfono, los del marketing, los de la contabilidad, el de los cafés e incluso el de los recados… y seguro que me dejo muchas labores más.
Pero es lo que hay! Igual que para ser torero hay que ponerse delante de un toro, para ser comercial hay que ser polivalente, y ahora más que nunca y encima con sueldos mucho peores. Pero como decía aquel… el mundo cambia aunque tu no quieras.
